Agentes federales de migración hicieron el hallazgo durante una revisión rutinaria en un punto de control de una carretera del estado sureño de Veracruz, con litoral en el Golfo de México. Al escuchar voces que provenían de la parte trasera del camión, los agentes pidieron abrir las puertas del remolque y se encontraron con los cientos de migrantes hacinados. El pasado 9 de diciembre 56 migrantes perecieron cuando un camión con más de un centenar de extranjeros se volcó en una carretera del sur de México. Desde la ciudad hondureña de San Pedro Sula partió el sábado una caravana de unos 600 migrantes, la primera del 2022, con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
Unos 300 migrantes, en su mayoría hondureños y nicaragüenses, trataron de pasar por la localidad fronteriza de Corinto para llegar a Guatemala, pero las autoridades les impidieron el paso, alegando que no cumplían con las exigencias migratorias ni tenían la prueba diagnóstica de PCR para comprobar que no están contagiados de COVID-19. Durante la noche un grupo de migrantes se enfrentó con piedras, palos y botellas a cientos de militares y policías antimotines, quienes utilizaron gases lacrimógenos para dispersarlos.