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Las autoridades del condado de Los Ángeles anunciaban la muerte de por lo menos cuatro docenas de nuevas personas infectadas por el coronavirus del miércoles para el jueves, al mismo tiempo que daban luz verde a la apertura de más negocios con operaciones restringidas.
No obstante, quisieron dejar bien claro a la gente que mientras más interacción pública exista, la amenaza de un contagio del COVID-19 se incrementará.
Bárbara Ferrer, directora del Departamento de Salud Pública del condado, tuvo que enfatizar nuevamente el peligro del virus, y subrayó, que es más mortal que la gripe.
“El año pasado, 125 personas murieron de la influenza y un año anterior, murieron alrededor de 300 personas”, expresó Ferrer. “En promedio, perdemos alrededor de 250 vidas por influenza cada año”.
La directora mencionó que era obvia la preocupación que se vive ya que por nada se pueden comparar el número de víctimas de una influenza con los muertos que ha dejado el COVID-19
“Es muy preocupante, porque supera con creces lo que normalmente estamos acostumbrados a ver con
un virus o una enfermedad contagiosa”, subrayó.
Ferrer informó que el jueves hubo 51 víctimas mortales del coronavirus, aunque se indicó que 4 de ese total, habían sido reportadas un día antes por funcionarios de Long Beach y Pasadena.
Los nuevos números en rojo que representan a las víctimas del coranovirus elevaron el total de defunciones a 1,711 en el condado de Los Ángeles.
Hace un mes, el COVID-19 fue proclamado por el condado como la principal causa de muerte en la población, superando a la gripe, enfermedades pulmonares y las cardíacas.
La directora también enfatizó que el coronavirus puede ser letal para las personas de todas las edades, particularmente para aquellos con condiciones de salud subyacentes. De las personas que murieron en el condado, el 92% tenía condiciones de salud alternas.
“De hecho, el 40% de las personas que han muerto tenían 65 años o eran más jóvenes, lo que significa que hay muchas personas con problemas de salud
en diferentes grupos de edad y una vez que se enferman por el COVID-19, desafortunadamente también pierden la vida”, expresó Ferrer.
Durante este periodo de recuperación en el que más gente saldrá de sus hogares, la directora explicó que, esto significa que existe la posibilidad de que más personas se infecten.
“Esto significa que más personas pueden infectar a otras personas”, puntualizó. “Entonces, si tienes una enfermedad crónica (…), mejor tómate un momento y trata de seguir en casa tanto tiempo como sea posible”.
Ferrer anunció 925 nuevos casos confirmados de coronavirus, mientras que Long Beach agregó otros 63 y Pasadena otros 55, elevando el número del condado a un total de 35,447.
El miércoles, las autoridades del condado dieron una orden de salud revisada que permite a todos los negocios minoristas reabrirán solo para que los clientes recojan el producto en la acera. Los clientes no pueden ingresar a los negocios. Mientras que los minoristas ubicados dentro
los centros comerciales cerrados todavía tienen prohibido volver a abrir.
Otros negocios que podrán abrir hoy viernes son las instalaciones recreativas como centros ecuestres, tenis y los jardines comunitarios, pero con restricciones, incluyendo cubiertas faciales, distanciamiento social y límites de visitantes.