Las investigaciones de padres con hijos transgénero por posible abuso infantil se detuvieron temporalmente en Texas el viernes después de que un tribunal estatal dictaminó que esa medida, ordenada el mes pasado por el gobernador Greg Abbott, había sido adoptada de manera inapropiada y violaba la Constitución estatal. Una jueza en Austin, Texas, bloqueó temporalmente el plan de ese estado de investigar como «abuso infantil» a los padres o médicos que permiten que los menores trans se sometan a tratamientos médicos de transición de género, como terapias hormonales. La jueza Amy Clark Meachum tachó de «inconstitucional» la orden emitida al respecto por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, que abría la puerta a condenas penales para médicos y padres. Organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles y Human Rights Watch criticaron con dureza ese plan de Texas de «criminalizar» la transición de género en menores.
El estado de Nueva York pidió esta semana que el Departamento de Justicia examinara el tema, y decenas de marcas como Google, Apple, Meta, Levi’s o Ikea lanzaron este viernes una campaña publicitaria en Texas contra la medida, bajo el lema «la discriminación es mala para los negocios». En una declaración escrita presentada en el litigio, la madre de la adolescente trans que ha demandado a Texas aseguró que estaba «aterrorizada» por el bienestar de su hija desde que se enteró de que estaba siendo investigada por las autoridades. La psicóloga Megan Mooney, que atiende a menores trans y que se sumó a la demanda contra Texas al enterarse de que estaba obligada a informar de supuestos «abusos infantiles» a sus pacientes, dijo que la orden del gobernador ha generado «pánico» entre los médicos del estado. La de Texas es una de las muchas medidas hostiles a la población LGBTI que se han impulsado recientemente en Estados Unidos, donde en 2021 se firmaron 17 leyes estatales de ese tipo, más que en los últimos tres años juntos, según la organización Human Rights Campaign.