Al finalizar este 2019 es importante que hagas un recuento de lo que este año te trajo, tanto lo bueno como lo malo. El fin de año es una oportunidad de oro no solo para celebrar, sino también para reconocer aquello que funcionó y a las personas que lo hicieron posible; distinguir las cosas que faltaron de manera que estén presentes la próxima vez; y anotar los aprendizajes que obtuviste, para que los incorpores en un futuro. En esencia, se trata de completar el año y no solo de terminarlo.
Y es que terminar no es lo mismo que completar. Lo primero se basa en el tiempo e involucra dejar de hacer una actividad, pero no necesariamente dejar la actividad atrás. Cuando uno termina algo pero no lo completa, a menudo se queda una sensación de que algo falta. Esta sensación se queda con uno durante mucho tiempo y roba paz mental y energía.
Lo que pocas veces se hace es realmente completar. Esto involucra analizar y tener una conversación personal y con tu equipo de trabajo acerca de lo que funcionó y lo que no durante el año en todos los proyectos en los que estuviste involucrado.
La clave es dejar atrás lo que no funcionó, construir sobre lo que sí funcionó, y crear un aprendizaje continuo que nos aporte lecciones aprendidas y un plan hacia el futuro. Hacer esto, además, genera ímpetu para continuar poderosamente con lo que sigue. Hacer este ejercicio me ayuda a darme cuenta de las cosas que funcionaron y las que faltaron. Así puedo hacer cambios pertinentes para este año nuevo; en pocas palabras, me da el espacio y el fundamento para crear algo.
¿COMES LAS 12 UVAS?
Comer 12 uvas justo antes de que el reloj marque la medianoche es una tradición originaria de España (se conocen como las uvas de la suerte) que también se practica en algunos países latinoamericanos. Si este año quieres seguir la tradición ¡o empezarla!, prueba a servir las uvas de un modo original y diferente. En lugar de ponerlas en recipientes individuales, “enhebra” las 12 uvas verdes en un palillo, de esos que se usan para las brochetas en las barbacoas. Pon el palillo, con las 12 uvas, dentro de una copa aflautada y llena la copa con champán. Si prefieres una bebida sin alcohol, usa sparkling apple cider hasta la mitad. Cuando llegue la medianoche, toma las uvas una a una y brinda al final con la bebida, justo cuando el reloj marque las 12 a.m.