Río
Los haitianos cruzaban el Río Bravo libremente y en un flujo constante, yendo y viniendo entre Estados Unidos y México a través de aguas que les llegaban hasta las rodillas, algunos de ellos con niños pequeños sobre los hombros. Al no poder comprar provisiones en Estados Unidos, regresaron brevemente a México en busca de alimentos y cartones para establecerse, al menos temporalmente, debajo o cerca del puente en Del Río, una ciudad de 35 mil habitantes que se ha visto gravemente afectada por los flujos de migrantes en los últimos meses. La gran mayoría de los migrantes que estaban en el puente el viernes eran haitianos, dijo el juez del condado de Val Verde, Lewis Owens, quien es el principal funcionario electo del condado y cuya jurisdicción incluye a Del Rio. El sheriff del condado de Val Verde, Frank Joe Martínez, estimó que la multitud era de 13.700 personas, y dijo que había más haitianos viajando a través de México en autobús.
Las autoridades migratorias mexicanas ordenaron a unos 500 haitianos que bajaran de autobuses en el estado de Tamaulipas, a unos 200 kilómetros al sur de la frontera de Texas, informó el viernes el gobierno estatal en un comunicado de prensa. Los haitianos han estado migrando hacia Estados Unidos en gran número desde América del Sur durante varios años, muchos de ellos después de un devastador terremoto en 2010 en la nación caribeña. No está claro cómo se ha acumulado un número tan grande con tanta rapidez, aunque muchos haitianos han estado acampando en el lado mexicano de la frontera para esperar mientras deciden si intentan entrar en Estados Unidos. Algunos haitianos que se encuentran en el campamento han vivido en ciudades fronterizas mexicanas por algún tiempo, moviéndose a menudo entre ellas, mientras que otros han llegado recientemente luego de estar atrapados cerca de la frontera de México con Guatemala, comentó Nicole Phillips, directora jurídica del grupo de defensa Haitian Bridge Alliance.
Édgar Rodríguez, abogado del refugio Casa del Migrante en Piedras Negras, al norte de Del Rio, notó un aumento en la llegada de haitianos a la zona hace dos o tres semanas, y cree que la desinformación pudo haber influido. Las autoridades estadounidenses están siendo sometidas a una dura prueba luego de que el presidente Biden eliminó rápidamente las políticas implementadas por el gobierno del expresidente Donald Trump que el mandatario demócrata consideraba crueles o inhumanas, sobre todo una que requería a los solicitantes de asilo permanecer en México mientras esperaban sus audiencias en los tribunales de inmigración estadounidenses. Esos migrantes han sido expuestos a una violencia extrema en México y han tenido muchos problemas para encontrar abogados. El mes pasado, la Corte Suprema de Estados Unidos mantuvo en vigor la orden de un juez para reinstaurar dicha política, aunque México debe aceptar sus términos.
México ha aceptado recibir a familias expulsadas procedentes únicamente de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, creando una apertura para los haitianos y personas de otras naciones debido a que Estados Unidos carece de los recursos para detenerlos y expulsarlos de manera expedita en vuelos hacia sus lugares de origen. Las autoridades estadounidenses detuvieron haitianos en 7.580 ocasiones en agosto, una cantidad que ha aumentado mensualmente desde agosto de 2020, cuando representaron sólo 55 encuentros. También han incrementado las llegadas de ecuatorianos, venezolanos y de otras nacionalidades fuera de los países tradicionales como México, Guatemala, Honduras y El Salvador.