En el campo siempre nos dicen a las mujeres que trabajamos menos que los hombres y si hay un puesto disponible que uno sabe que puede hacer, no nos lo dan, dicen que el hombre puede más, contó la inmigrante mexicana de 42 años. «Yo hacía el trabajo como de cuatro personas y el supervisor todo el tiempo se la pasaba diciendo que las mujeres no sirven para nada. » Ramírez representa a aproximadamente un millón de mujeres indocumentadas de California que, sin importar su experiencia, reciben salarios muy bajos. El estudio realizado por el Instituto de Políticas de Equidad de Género destacó que a las mujeres indocumentadas se les paga menos que a otros californianos por un trabajo similar y tienen altos índices de pobreza, bajos índices de propiedad de vivienda y bajos índices de seguro médico.
Las 10 ocupaciones más solicitadas por mujeres sin documentos legales son mucamas y limpiadoras domésticas, trabajadoras agrícolas, cocineras, cajeras, conserjes, empacadoras, auxiliares de cuidado personal, cuidadoras de niños, meseras y vendedoras minoristas. El ingreso medio de las mujeres que trabajan en las diez ocupaciones más comunes es poco más de $22,000. Debido a los bajos salarios, las mujeres indocumentadas tienen la mitad de probabilidades de vivir en una casa propia o de un miembro de la familia en comparación con las mujeres de California en general. Añadió que las mujeres en general son menos pagadas pero principalmente las inmigrantes indocumentadas enfrentan discriminación racial y étnica.
«Una de las grandes cosas que encontramos es que las mujeres están excluidas de los trabajos que están abiertos a los hombres indocumentados solo porque son mujeres», explicó Cohen. «Hay trabajos que pagan bastante bien y los hombres indocumentados ganan salarios dignos como en la construcción pero estas son ocupaciones que rara vez contratan mujeres». El 45% de las personas indocumentadas en Estados Unidos son mujeres pero cuando los medios o los políticos discuten los desafíos de inmigración se tiende a hablar más de los hombres, aseveró Cohen. «Las mujeres indocumentadas han estado en primera línea durante la pandemia como trabajadoras agrícolas, cuidadoras y otras trabajadoras esenciales. »
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Las soluciones
Cohen dijo que pese al arduo trabajo que hacen los inmigrantes para contribuir a la economía de California apenas sobreviven con sus salarios. Esto hace muy difícil que las mujeres indocumentadas puedan pagar necesidades como atención médica y vivienda de calidad. «Los trabajadores que están en sindicatos, particularmente las mujeres , ganan salarios más altos y tienen mayores protecciones legales en el trabajo que ayudarían enormemente a las trabajadoras indocumentadas», dijo Cohen. Mientras eso sucede, Ramírez, quien tiene cinco hijos, dijo que a ella le gustaría que los empleadores sean justos.
« Nosotras somos capaces de desempeñar el trabajo que nos pongan a hacer», dijo Ramírez.