El estudio es también el retrato de un país que dejó de ser petrolero, donde el 94.5 por ciento de la población es pobre y el 76.6 por ciento está por debajo de la línea de pobreza extrema, con ingresos inferiores a 1.2 dólares por día. De los datos más preocupantes de la encuesta son los del desempleo, que afecta a 8.1 millones de venezolanos para los que no hay trabajo ni incentivos para trabajar. Los que trabajan son 7.6 millones, y casi la mitad de estos quisiera trabajar más horas, porque producto del confinamiento y la crisis de movilidad gran parte del país redujo en cuatro horas su jornada. En el grupo de los inactivos están 3.6 millones de desalentados que dejaron de buscar empleo y 1.5 millones de mujeres con hijos que no pueden trabajar por tener que cuidarlos.
Entre 2014 y 2021 se ha reducido el empleo formal en 21.8 puntos porcentuales, lo que significa 4.4 millones de puestos de trabajo, el 70 por ciento son del sector público y el 30 por ciento del privado.