El fiscal general, Merrick Garland, terminó este miércoles una de las políticas migratorias más criticadas del expresidente Donald Trump, la cual impedía aceptar peticiones de asilo de personas que reclamaban persecución de pandillas o violencia doméstica. «Aplaudimos las decisiones del Fiscal General hoy que anula dos decisiones anteriores que limitaban la elegibilidad de asilo para las personas que huían de la violencia perpetrada por parejas o debido a relaciones familiares en sus países de origen», indicó. En junio de 2018, el entonces fiscal general Jeff Sessions ordenó a los jueces migratorios rechazar las peticiones de asilo de aquellos inmigrantes que alegan violencia de pandillas o doméstica, al considerar que se trata de «delitos privados», los cuales no eran motivo para otorgar el beneficio migratorio. «En general, los reclamos de extranjeros relacionados con violencia doméstica o violencia de pandillas perpetrados por actores no gubernamentales no calificarán para el asilo», consideró.
«El mero hecho de que un país tenga problemas para vigilar eficazmente ciertos delitos, como la violencia doméstica o la violencia de pandillas, o que ciertas poblaciones sean más propensas a ser víctimas de un delito, no puede por sí mismo establecer una solicitud de asilo».