FEDERICO LA MONT
América Latina: Concentra su atención en el aplanamiento de la curva COVID-19 principalmente sus grandes capitales y a diferencia de México, América Central y el Caribe; las del Cono Sur ingresarán al invierno austral lo cual favorecerá la expansión del virus. A ello se agrega la escasa infraestructura sanitaria ejemplo de ello es Ecuador como un gobierno débil Brasil, este último con poco margen para incrementar el gasto público.
Inestabilidad: La pandemia dejará repercusiones políticas, económicas, sociales y sanitarias en medio de un momento de debilidad en la mayoría de los gobiernos regionales que no resolvieron las demandas de las clases medias emergentes que en Chile, llevaron en dos ocasiones a la presidencia a Sebastián Piñera y Lenin Moreno, Ecuador cuestionado por su antecesor Rafael Correa de corrupción en salud y seguridad ciudadana lo cual en 2019 y 2020 propició inestabilidad y hasta estallido social resueltos con un cambio constitucional, incluso Bolivia con la caída de Evo Morales.
OPS: Al igual que la OMS, su versión regional, la Organización Panamericana de la Salud desempeñó un rol limitado con misiones de apoyo a países con mayor riesgo como Haití, Venezuela, Surinam, Nicaragua y las islas del Caribe oriental. Hasta el ingreso a la Fase-3, México, Perú y el Salvador extendieron hasta el 24 de mayo el Estado de Emergencia con disposiciones de aislamiento.
México: El presidente AMLO coincidió con su similar de Colombia Iván Duque «el Coronavirus es el reto más grande para todos los sistemas de salud del mundo y particularmente para América Latina». En diferentes mañaneras AMLO resaltó que contrario al enfoque de sus opositores, que avizoraban un sistema de salud colapsado “domaremos al Coronavirus en Valle de México” para lo cual cuenta con sus dos aliados IMSS e ISSSTE, que sin los criterios aplicados en Italia y España, salvaron a diversos septuagenarios.
El reto: México enfrenta la pandemia del COVID-19 con recursos limitados y con un gobierno “despertando” ante la gravedad de la crisis, por lo que existe el temor de que los recortes presupuestales que ha hecho la actual administración afecten la capacidad para atender la pandemia, alerta un estudio del Centro Woodrow Wilson. “América Latina enfrenta al COVID-19 con desventajas en recursos humanos, materiales, de infraestructuras y sobre todo financieros. Ante la posible crisis que se avecina, tiene que hacer valer su principal ventaja comparativa que es el tiempo, gracias a que a la región ha llegado con retraso el COVID-19 y las administraciones públicas conocen los aciertos de China y Corea del Sur, así como los errores en la Unión Europea y de Estados Unidos”.