Inicio Última Hora ZAPATA EN FEMENINO: LA POLÉMICA EN MÉXICO CUESTIONA LA FUNCIÓN DEL ARTE

ZAPATA EN FEMENINO: LA POLÉMICA EN MÉXICO CUESTIONA LA FUNCIÓN DEL ARTE

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Cultura y culto comparten la misma etimología, pero el curso de los siglos se ha encargado de distanciar ambos conceptos hasta hacerlos, en ocasiones, irreconciliables. Si el primero se asocia a la civilización, el progreso y la libertad, el segundo suele caer del lado oscuro, primitivista, conservador. Esos dos mundos colisionan a veces en un campo de batalla proclive a estos enfrentamientos: el arte. El arte es creativo y libre, se presta a una espiral inacabable de interpretaciones que no encuentra acomodo en una visión unívoca de la realidad. Una reedición de ese choque recurrente se ha vivido estos días en México con la exposición sobre Emiliano Zapata en el palacio de Bellas Artes de la capital. La muestra es una buena tesis sobre cómo se fue construyendo el símbolo a lo largo del tiempo, primero como líder campesino, después con el masculinizante traje charro; Diego Rivera le dotó de rasgos indígenas, otros le presentaron como un arcángel y algunos como un mito. El artista Fabián Cháirez le ha subido, desnudo, con cuerpo feminizado y zapatos de tacón, a un caballo en plena erección. La pelea entre defensores y detractores de la obra se ha sucedido durante días, físicamente y en las redes. Nada nuevo en el universo del arte. Pero se presta a desbrozar la linde entre culto y cultura, o sea, entre persona y símbolo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció por la mañana que la Secretaría de Cultura mediaría en la disputa entre el artista y la familia, y la visita de 15 descendientes de Zapata al Palacio de Bellas Artes podría ser parte de ese acercamiento
López Obrador condenó el miércoles la violencia, dijo que a él la pintura no le incomodó —aunque no la había visto en vivo— y abogó por el diálogo y la libertad de expresión. “Los artistas tienen toda la libertad y no puede haber censura”, señaló. “Y lo reprobable es que estas diferencias se quieran resolver con el uso de la fuerza”.
Fabián Cháirez, el artista chiapaneco autor de la obra, lamentó toda la polémica fruto, a su juicio, de una interpretación mal informada del cuadro y celebró la visita de la familia “para que vean de qué se trata”.
Según dijo, en ningún momento pretendía burlarse del histórico personaje, sino presentar “otra forma distinta de masculinidad, lejos de la hegemónica”.
“Es triste que se hagan estas declaraciones con encono y desinformación porque así se incita a la violencia”, señaló. Y abogó por que todos los mexicanos sigan cuestionando y defendiendo la libertad de expresión.
Zapata González insistió en su intención de demandar al pintor, aunque, según dijo, todavía está en consultas con sus abogados para saber cómo proceder y apoyó a los campesinos que se manifestaron agresivamente el martes, tanto en contra de la pintura como para denunciar problemas en el sector agrario del país.
La situación “se le ha salido de las manos al gobierno y a la secretaría de Cultura”, dijo. “Si no toman en serio el asunto y no hacen lo que exigimos, convocaremos a los campesinos”.
Mientras la familia paseaba por el museo, cerrado al público el miércoles por protestas laborales ajenas a la muestra, varias decenas de activistas de la comunidad LGTB defendían la libertad de expresión frente una bandera del arco iris extendida en la puerta del Palacio de Bellas Aires. Portaban pancartas con lemas como “Hasta que la diversidad sea costumbre”.